"El Arte de vivir consiste en hacer de la vida una obra de arte"

jueves, 18 de noviembre de 2010

LA CREATIVIDAD

La creatividad es una cualidad fundamental para la realización personal, además es uno de los recursos con el cual podemos aportar ideas nuevas al  mundo.
La creatividad se desarrolla con la costumbre de observar y reflexionar sobre las imágenes que a diario vemos, que tenga la propiedad de estimular nuestros sentidos con los cuales obtenemos información acerca del mundo que nos rodea, dado que son las bases del pensamiento creativo. La mejor percepción de las formas y las facilidades en imaginarlas, permite que seamos capaces de encontrar más y mejores relaciones entre formas, palabras o cosas que podamos inventar, crear y concebir. En las diferentes áreas de la actividad humana, eso es resultado de la creatividad, si ésta se aplica problemas de razonamiento, nuestra inteligencia se desarrollará con mayor claridad y fuerza.
En el campo artístico la creatividad se desarrolla con la acción constante de experimentar con diferentes técnicas y materiales. El acto creativo y la obra artística son resultado de  múltiples factores que rodean al artista en virtud de su carácter, personalidad, experiencia y su estado de ánimo.

EL COLOR ES VIDA

El color es vida para el  mundo y caracteriza todos los objetos de la naturaleza, es uno de los elementos más importantes para poder expresar el arte.

Obra: Leonardo Da Vinci

Nuestro entorno se reviste de belleza propia, por una fuente inagotable de colores.
El color es una impresión que se produce al percibir visualmente los objetos o cosas en presencia de la luz. A lo largo de la historia el color en el arte pictórico ha sido fundamental ya que ha contribuido para que maestros de la pintura realicen impresionantes obras de arte.

MI CASA: UN PEQUEÑO PERO GRAN MUSEO


EDUARDO ZEDÁN

 
EDUARDO ZEDÁN
 


IRIS GÓMEZ



EDUARDO ZEDÁN
 

IRIS GÓMEZ



IRIS GÓMEZ



IRIS GÓMEZ



IRIS GÓMEZ


IRIS GÓMEZ


IRIS GÓMEZ


IRIS GÓMEZ


IRIS GÓMEZ

IRIS GÓMEZ


EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN
  
EDUARDO ZEDÁN
 
EDUARDO ZEDÁN
 
EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN

EDURDO ZEDÁN


EDUARDO ZEDÁN


IRIS GÓMEZ

EDUARDO ZEDÁN



EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN

EDUARDO ZEDÁN

IRIS GÓMEZ

EDUARDO ZEDÁN

IRIS GÓMEZ

IRIS GÓMEZ
 
IRIS GÓMEZ


















INTERPRETACIÓN DE LA OBRA DE ARTE

Libro: interpretación de la obra de arte
Carlos Ramírez Aissa
El objeto de la interpretación no es un hecho físico, sino una “representación” o lenguaje en el que hay una materia concreta y una verdad universal. Siendo un símbolo, consta de una parte visible y otra invisible; es exterior e interior, concreta y abstracta. Afecta a nuestros sentidos y a nuestro espíritu, produce placer y libertad. Es por consiguiente un objeto total, a la vez patente y misterioso.
La interpretación es una actividad análoga a la creación; interviene en ella la actividad total del espíritu del intérprete, con sus sensaciones,  sus sentimientos y su poderío intelectual. De ahí que se diga metafóricamente que el interprete es un cocreador.
La primera cualidad que debe hacerse presente es la sensibilidad. El interprete debe entregarse confiadamente a la acción de la forma en el espacio; debe dejar que su ojo sea guiado por el movimiento de la luz y la sombra en la imagen; cuando aprecia un color, saber valorar su cualidad; cuando aprecia una línea, su movimiento. Es importante basarse en el principio de que solo llega a poseer la verdad artística quien llega a poseer la vida de la forma. Es necesario llenarse de materia, lenta, plenamente, adoptar la moral de la humildad y la confianza, con el fin de que la claridad de la verdad tenga tiempo de abrirse y  el paso de la vaguedad al orden se realice sin prisa. Es necesario también estar convencido de que la actividad que se está ejecutando es una actividad seria e importante, no un simple relleno de horas vacías.
Pero la finalidad de la interpretación no es solamente atenerse a la vida de la forma; a través de los elementos visivos el interprete busca el contenido de la obra, lo que hemos llamado “sentimiento” o “verdad”, es decir, la fantasía del artista. Tal es la finalidad última de la interpretación de la obra de arte, su segundo principio.
La forma y el contenido constituyen una unidad indestructible. Quien se atiene a la forma separada del contenido es un tipo de intérprete que se conoce  con el nombre de “hedonista”. Quien va directo al contenido es un “dilettente”, es decir, un torpe visitante del arte, un mal intérprete. Un verdadero interprete debe comprender el contenido a través de la forma y comprender la forma a través del contenido.

El fundamento de esta concepción es el rechazo de la concepción del arte como ilustración. La consideramos una vía vetusta que conduce a la parálisis y a la perplejidad. Un intérprete que adopta esa opinión como criterio se planta delante de la Monalisa y dice que está viendo la imagen de una mujer llamada así, esposa de un hombre que probablemente se llamó Giocondo. Y creerá que es la realidad de esa dama lo que hay que buscar, o la realidad de las mujeres que son como ella. El intérprete que sigue la vía correcta, dirá finalmente que la Monalisa es  la imagen de otra imagen, la que tuvo en su mente Leonardo Da Vinci cuando miraba pincel en mano a la modelo. La imagen artística es, pues, un reflejo de una luz primera, que es la fantasía del artista.
Para el juicio crítico, que es el acto final de la interpretación, esta distinción es decisiva, puesto que solo sabemos si el artista ha logrado o no hacer una obra de arte comparando su fantasía con el producto terminado. Las líneas, los colores, y las formas están en función del sentimiento del artista, y son juzgadas por él.

 El proceso de la interpretación, concluye necesariamente en el juicio. Llega un momento en el que la vaguedad de la emoción debe dejar sitio a la claridad del intelecto. Cuando la emoción es consciente de sí misma, deja de ser emoción, y éste es un paso que es preciso dar.
De todo lo dicho se deduce que una obra es verdadera cuando es arte; falta por responder a la pregunta de cuándo una interpretación es verdadera o falsa. Tres respuestas conllevan a una posible solución. Una toma como prueba la intención del autor, otra la sensibilidad del espectador y una tercera, la tradición. La primera tiene en su contra que supone que solamente hay una interpretación posible y que las generaciones siguientes no tienen nada que añadir. La segunda, que hay tantas interpretaciones como intérpretes, lo que acarrea un veradero caos. Y la tercera, dice que una interpretación es correcta cuando forma parte de una tradición que la acepta; las interpretaciones nuevas son propuestas que deberán sumarse a la tradición si ella juzga con el tiempo que son verdaderas.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

FUNCIÓN DEL ARTE

Libro: interpretación de la obra de arte
Carlos Ramírez Aissa

El ser de una cosa se define según aquello para lo que sirve. Naturaleza y función son correlativas; la función  es el uso principal que se hace de ella; cuando se la utiliza con fines distintos del principal, es porque se descubre en ella una función secundaria. Un timón es en un barco un instrumento de navegación; en una casa es un objeto de decoración.
 En la obra de arte participan tres elementos: el autor, la representación y el interprete o espectador. Las preguntas que nos formulamos son éstas: ¿qué le da el arte al artista? ¿qué pretende el espectador? ¿lo mismo o cosas diferentes?
El arte le da al artista la posibilidad de clarificar su sensación, su emoción y sus ideas. Se diferencia del simplemente sentimental en que éste no tiene el poder de transformar la vaguedad de su sentir en el orden de la forma. Un estado indefinido de placer y pasividad lo han sentido muchos hombres a la hora del crepúsculo. Los arboles, el cielo, las colinas, el color de la luz se combinan para producir un estado de encantamiento y dulzura.
El cuadro realizado le permite al pintor expresarse, es decir, pasar de la indiferenciación del sentimiento del universo de la comunicación, de una manera clara, hermosa y permanente.
En la forma se contiene un sentimiento que se ha hecho cuerpo y, por ello, acto de comunicación. Es apropiado que nos preguntemos si la expresión le da al artista otro privilegio de mayor valor aún: el poder de transmitir el sentimiento, de modo que pueda no solo ser conocido, sino también experimentado. Fue Tolstoi el que dijo: “el arte es una actividad humana que consiste en esto, que un hombre, conscientemente, por medio de ciertos signos externos, haga la entrega a los demás de los sentimientos en que su vida se ha movido, y que los demás se impregnen de ese sentir y también lo vivan.
Lo que el arte le da al artista es el poder de expresar su sentimiento y al interprete la posibilidad de comprenderlo. El resultado de ello es que el espectador perfecto es aquel que busca en la obra de arte no un excitador emocional sino apaciguamiento, serenidad, iluminación del ser.
Desde el punto de vista del intérprete, el arte es una forma informada por el sentimiento de un hombre, cuya función es procurar el placer superior de purgar nuestras emociones.

martes, 16 de noviembre de 2010

PINTANDO EL AMOR


Iris Rocío Gómez Joiro
Artes Plásticas y Visuales

Pequeño pero gran mundo que me transporta en ese viaje de fantasías hechas realidades, donde puedo expresar libremente a plenitud todas mis emociones y poder sentirme realizada.
Así es como vivo un día de trabajo, cuando tomo la determinación de plasmar sobre un lienzo las inquietudes artísticas que golpean mi sentir, hasta poder experimentarlas desde el fondo de mi alma.
¡Sí!...Porque todo artista nace siéndolo y cada inspiración va unida a su ser como ese suspiro que lucha para no dejarse vencer, cobrando vida y poder seguir subsistiendo.
Cuando he logrado vencer todos los obstáculos que tratan de entorpecer la fluidez de mi imaginación, es ahí donde comienzan los destellos de colores, las formas fantásticas que logran extasiarme hasta llegar imaginariamente a vivir lo que estoy creando.
Me siento tan a gusto, tan realizada al poder a través de este hermoso arte lograr gratos, inolvidables e imposibles momentos. Describo ciertos momentos como imposibles, ya que vivir la época del renacimiento entre los siglos XIV y XVI nunca se nos va a dar traerlos. Aunque tratemos de imitar las diferentes situaciones de esta época, ya no sería igual porque se remonta a muchos años atrás.
Esta se podría decir que es mi fuerte, usurpar el mundo fantástico que quise haber vivido, seduciéndolo con mi encantador pincel y llenándolo de mucho mas romanticismo que el de antes. Cubro ciertos  espacios de mis lienzos con los rostros de todos mis seres amados llevándomelos involuntariamente a mi mundo para poder ver cristalizadas mis imaginarias vivencias.
Sola con mis pinceles y pinturas, sumergida en tan maravilloso mundo, timoneando los paisajes, indumentarias, semblantes de la época en mis obras, es donde realmente encuentro felicidad. Porque es ahí donde logro ordenar todos mis anhelos.
Jugar con la expresión de los rostros es una manera de cambiar el mundo; ya que la expresión de la cara, ojos, reflejan en esta época romántica la candidez del corazón , y presenciar una obra cuyos paisajes y personajes represente el amor ¿Qué más maravillas podríamos desear?.
Como pintora les expreso mis respetos a todos mis colegas, aunque no nos identifiquemos con las mismas  actitudes en esta línea, que ojalá proyectemos con nuestros ideales situaciones que inciten positivismo, paz, amor. Solo así ayudaremos a construir mentes mejores.

lunes, 15 de noviembre de 2010

TODOS SOMOS ARTISTAS





Eduardo Zedán
Artes plásticas y visuales

Hablar de arte, es hablar de habilidades, destrezas, sentimientos, del ser humano, es un término que generaliza.
Hablar de pintura, que es la parte que me corresponde en las artes plásticas, es ubicarme en un punto exacto en un área del arte. A través de la pintura he podido conocer aspectos hermosos y generosos de la naturaleza, ya que he escudriñado cada detalle de objetos, paisajes naturales, personajes de mi pueblo o situaciones claves que han dado pie y motivación para que los tuviera en cuenta para plasmarlos en un lienzo. Creo que a mí como pintor, me pasa como al cuentero, teatrero, cantor, que recogemos la esencia y la idiosincrasia de un pueblo y la hacemos evidente a los ojos de las demás personas, para sensibilizarlas y hacerlas parte de su entorno.
La experiencia de  30 años como pintor me ha enseñado a valorar todo lo bello que nos ofrece la vida y que de pronto no logramos comprender ni aprovechar sanamente.
Creo que todas las personas nacemos artistas, ya que de alguna manera tenemos la  capacidad natural o empírica para desenvolvernos en muchos oficios diarios que ninguna academia nos enseña, pero resolvemos de manera espontánea y desde luego, destacándonos por nuestras propias habilidades.
“En el mundo entero, pintar no es solo dibujar y colorear, sino descubrir lo que te ofrece la naturaleza”.

domingo, 14 de noviembre de 2010

DESPUÉS DE TODO...¿QUÉ ES EL ARTE?

Llegar a una definición del Arte, es decir, deslindar el punto donde la naturaleza acaba y el Arte empieza, ha sido tema de grandes controversias en todos los tiempos. La misma esencia del Arte parece ofrecer una resistencia invencible a los tradicionales intentos por hallar una definición de validez general.

El artista para crear, requiere ante todo estar dotado de imaginación, a través de la cual responde al vasto y multiforme mundo externo expresando sus sentimientos por medio de palabras, formas, colores y sonidos.

En palabras de Eduardo Zedán: "Para mí, el arte es entregarme a un mundo de colores, magia y fantasía; donde la única verdad es lo que logro plasmar en una superficie. Es desligarme del mundo exterior y entregarme a mi propio mundo”.